«La Nación» – AFIP: Una ayuda pare entender lo que está en discusión y poder opinar mejor.
El tema y el análisis.
El Gobierno de la Alianza concedió un beneficio en 2001. Consistía en computar las contribuciones patronales como crédito fiscal en el impuesto del valor agregado. Los medios estaban incluidos pero los diarios debían mantener congelado el precio de tapa. Casi todos los diarios incumplieron. Cuando en 2003 el entonces presidente Eduardo Duhalde eliminó el beneficio para todos los sectores, los medios le pididieron que les mantenga el beneficio.
El ex presidente hizo la excepción. Pero sólo por cuatro meses. La Nación no mantuvo el precio de tapa, siguió usufructuando el beneficio y planteó una medida cautelar en la justicia con el argumento de que podía extender el beneficio hasta que apareciese la solución alternativa prometida por Duhalde.
Luego llegaron decisiones del juez Osvaldo Guglielmino dando lugar a la cautelar pedida y de una Cámara de Apelaciones levantándola. La Nación llega a la Corte, y luego vuelve a la cautelar hasta que se falle sobre el fondo de la cuestión.
La AFIP entonces pidió inhibir los bienes para cobrar, si gana. No hay embargo ni ejecución. Y por eso es irrelevante para el juez tributario Carlos Folco lo manifestado por la Corte. Sería relevante, claro, si la decisión se adelantara a la decisión del más alto tribunal.
La Nación dice el sábado 31 de diciembre que el juez Carlos Folco ha juzgado «irrelevante» una resolución de la Corte, al ratificar la inhibición de bienes del diario. Según la nota, la Corte había ordenado no innovar en el «viejo» pleito hasta decidir el fondo de la cuestión.
Lo que la AFIP dijo es: «No hay problema con eso, resuelvan el asunto cuando quieran, pero mientras tanto, por si tenemos razón nosotros (el Estado), que no se gasten el dinero con el que deben pagar».
La Nación debe apurar a la Corte, no al Juez. «Señores de la Corte pónganse las pilas y fallen en el tema central», deben reclamar.
En ese mismo instante, si le dan la razón al diario, la inhibición se cae. Y si el fallo es adverso está el dinero para pagar lo que corresponde. El juez Folco aplicó este criterio.
A mi entender lo que el juez dice que le parece irrelevante es la expectativa por el tema de fondo. Central y decisivo, claro, pero sin valor a los efectos de que el Estado (la AFIP) se cubra ante la posibilidad de ganar el pleito.
La Nación pierde energía en denunciar un ataque a la prensa. No es un asunto relacionado con la libertad de expresión.
Para que se entienda la razón del Estado en este tema: ¡Hasta Clarín pagó! Y con la ventaja de no acumular intereses innecesarios. La Nación se tiró un lance. Y hasta que falle la Corte, la cuestión de fondo, no sabrá si le salió bien.
Tiene que poner todo su poder en apurar a la Corte Suprema. De la misma forma que en 2003 lo apuró a Duhalde y el ex presidente dijo: «Bueno, le damos a los medios tres meses hasta que el Poder Ejecutivo encuentre una salida».
La Nación quiso que, como el Ejecutivo no tomaba una decisión, aquello valiera para siempre. Puede que no sea así. De no mediar su propio interés, seguramente La Nación vería con agrado el cumplimiento de los deberes de los funcionarios públicos que le exigen el pago. Quizá no tengan razón, pero deben hacerlo. Lo contrario es corrupción.
Víctor Hugo