River sufrió pero le ganó bien a un rival flojo. Lo coloca en una situación por la que hizo méritos. Gimnasia, en cambio, un rato antes defeccionó, demostrando que llegó más allá de lo que podía.
Para River terminó siendo un domingo inolvidable por su victoria que consolidó recién en el segundo tiempo ante un muy flojito Argentinos Juniors. La del equipode Ramón Díaz fue una actuación coherencia con su juego y con sus dificultades para definir el encuentro. Un partido que le permite quedar en el umbral, algo que hace unos meses ni siquiera se animaba a soñar.
River ha construido un éxito que no se puede discutir. Está dos puntos por encima de Estudiantes, el único que puede confortarlo seriamente, porque el equipo de Pedrito Troglio, Gimnasia, no alcanzó a dar un paso clave en la mitad de la tarde del domingo ante Quilmes. Un partido en el que el Cervecero demostró cierta heroicidad ante un equipo que lo tuvo hasta la fecha anterior, aunque resulta impensable cómo llegó hasta ahí con ese nivel.
Tampoco hay que olvidar que Chichizola, siete días atrás, determinó un brusco cambio en el campeonato. Gimnasia pudo llegar a su partido con Quilmes con otra ventaja, pero fue vencido sin discusión. El Cervecero se queda en Primera, con enorme sacrificio y sin que le sobre nada.
River, en cambio, trató de jugar bien, algo que es un mérito en este torneo, algo que sólo se percibe con Lanús y a veces Vélez. No cabe dudas que el conjunto de Núñez se ha jerarquizado con su juego. Tuvo que esperar demasiado para festejar por una mala decisiónde Villalva, a los 5 minutos del primer tiempo, cuando remató suave y Barizone devolvió la pelota antes que entrara. River debió esperar mucho para festejar: recién lo pudo hacer a los 23 minutos del segundo tiempo tras un magnífico tiro libre de Lanzini, cuando apareció, tras el rebote en el palo, Mercado para empujar la pelota. Ahí River ya estaba tranquilo porque sabía que Argentinos no podía cambiar el rumbo del partido.
Hubo buenas actuaciones de varios jugadores, sin ninguno que se destaque demasiado y ninguno que haya estado muy mal. Carbonero estuvo muy bien en todo el torneo. En general todos mantuvieron su línea entre los 6 y 7 puntos. En definitiva, un equilibrio en la búsqueda de la precisión que fue cimentando por lo que ahora es una posibilidad clara de ganar el campeonato. Para Argentinos queda la tristeza infinita de que ni en el último partido como local pudo darle una satisfacción a sus hinchas. Jugó siempre con seriedad y se vio un espectáculo emocionante, pero el Bicho merecía irse al descenso porque futbolísticamente está por debajo de los demás.
También fue un domingo que permitió escuchar el veredicto definitivo e incuestionable de La Bombonera con respecto a Juan Román Riquelme. Una voluntad clara de la gente para que permanezca en el club. Un desafío muy difícil para unos dirigentes que no lo quieren y que tendrán que discutir su nuevo contrato. Hubo una muy buena jugada de Carlos Bianchi, a pocos minutos del final, que lo sacó para que toda la gente lo vuelva a corear y que el grito quede identificado. Al final, con Riquelme caminando hacia el vestuario, quedaron todas lassensaciones de que ya está firmando su nuevo contrato.
River, con el título al alcance de la mano. Estudiantes, que todavía sueña con festejar. Gimnasia, que casi ve postergada su ilusión. Son los únicos que pueden, porque Boca y Godoy Cruz, con la victoria de River, ya están afuera del torneo. Fue un domingo de muchas emociones, de mucha radio. Opacado para Gimnasia, pero con una gran alegría para River. Un casi campeón.
Víctor Hugo