5 AÑOS DEL DIARIO TIEMPO ARGENTINO

El martes 5 de mayo a las 20.30 hs estuvimos junto a Roberto Caballero compartiendo una charla en la que festajmos los 5 años del diario Tiempo Argentino en la Sala José Hernández (Pabellón Rojo).

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El elogio del compromiso y de la palabra

Roberto Caballero y Víctor Hugo Morales cerraron en la Feria del Libro el ciclo de charlas, en la celebración del quinto aniversario de Tiempo. Gran convocatoria.
Hace poco más de cinco años, una charla de café, afectuosa, politizada, franca, coronó el principio de un acuerdo laboral. Pero más que eso: el entonces director periodístico de Tiempo Argentino Roberto Caballero y, desde ese preciso instante, uno de los columnistas insignia del medio por nacer, Víctor Hugo Morales, establecían una relación laboral, ideológica y amistosa, que anoche se detuvo en una estación cumbre cuando ambos se volvieron a encontrar. Fue en la Sala José Hernández, en el marco de la 41ª Feria Internacional del Libro. El diálogo le da un argumento más a la celebración del quinto aniversario de este diario en la calle, junto a los lectores. Los lectores, no es una entelequia. Algunos famosos, un racimo de familiares o amigos de cada lado. Luego un millar largo de anhelantes que colmó la sala.
Palermo anochecía y el predio estallaba de ansiedad literaria. Esta vez con una impronta diferente, teñido de estímulos audiovisuales. Largo rato antes de la hora establecida, dos prolongadas filas demostraban que la convocatoria que devienen de charlas y debates siguen concitando un interés extraordinario. Ellos eran demorados por otros medios. Y rompieron el fuego en el escenario. Se sentaron cómodos, a conversar como lo hacen dos viejos amigos. «Cuando uno lee una buena nota, quiere que la lean todos. La de Roberto, la del domingo se la mandé a nueve o diez amigos», plantó terreno Víctor Hugo. Replicó Caballero: «Él es un ejemplo de historia, coherencia y coraje. Es un gladiador de la Ley de Medios. Cuando me siento desalentado lo veo a él…»
La charla se hizo distendida. Algunas bromas, y desandaron inevitablemente la actualidad política. En uno y otro tema, la gente se enfervorizaba y hasta se alegraba con el repiqueteo de los dos parlanchines. Profundizaron sobre la realidad de la Suprema Corte. «Lorenzetti es el supremo rehén que tiene La Nación, en realidad la corporación. Fayt es sostenido por ese diario, porque él sostuvo las cautelares que tanto lo beneficiaron», bombardeó Víctor Hugo, que llegó con la habitual pólvora en la lengua. «Es una vergüenza lo que está ocurriendo con la Corte. Kirchner pensaba que Lorenzetti iba a hacer su aporte a la reconstrucción nacional. Le dio la posibilidad de manejar una corte de lujo. Y él se creyó que era una calesita y la chocó…», no se quedó atrás Caballero, en un tono menos efusivo pero no menos intenso. Y redobló la apuesta, mientras seguía llegando público: «Acá todos se pueden reelegir, todos quieren ser Mirtha Legrand… todos, menos Cristina.»
De ahí saltaron a la Ley de Medios, a Sergio Massa, al rol de La Cámpora, a la tarea de Kicillof, al affaire de Papel Prensa y tantos otros. La platea gozaba como en un clásico de ida y vuelta. Hasta que Roberto, en determinado momento, no pudo con su genio y arrojó una pregunta:
–¿Cómo soportás el acoso de los medios?
–Con el afecto de mucha gente.
La respuesta provocó una nueva ovación. Y muchas risas cuando el uruguayo arremetió contra el Grupo Clarín: «Mientras hago La Mañana, tenemos las pantallas de TV encendida… Nelson me deja puesto TN… Y mientras va el programa pienso que una luz azul y roja me empieza a envolver». «Nos tratan como idiotas», remató. A su turno, el director fundador de Tiempo advirtió que en estos años «hicimos un gran trabajo para demostrar que Clarín miente. Pero ante tanto engaño me pregunto una y otra vez cuánto falta», aunque luego y refiriéndose puntualmente al rol de este diario en la vida nacional advirtió que «sirvió, y que sigue sirviendo», para que «la gente se vea reflejada en un diario, porque si eso no ocurre, es invisible». Reforzó la idea al advertir: «De cuántas cosas no se podía hablar y ahora sí se habla… Empezamos con estos medios a reflejar lo mejor de nosotros mismos.»
Víctor Hugo se echó atrás y aseguró: «Bendita sea esta pelea. Hay que saber vivir indignados. No está mal estar indignados, es rechazar las cosas que nos avergüenzan.»
Pasaron otros muchos temas. El caso Nisman, el Pepe Mujica, Latinoamérica, y otros. Se levantaron y se prometieron nuevos encuentros, nuevos cafés fraternales, nuevas aproximaciones. Un hombre desde abajo del escenario, entre tanto pedido de firma y de apretones de manos, cerró la noche: «Estamos orgullosos de ustedes dos.» «

«La mentira es parte de la vida de la mala gente.»
«Hay que saber vivir indignados. No está mal. Es rechazar las cosas que nos avergüenzan.»

Víctor Hugo Morales

«Empezamos a reflejar en nuestros medios lo mejor de nosotros mismos».
«Es una vergüenza lo que está ocurriendo con la Corte. Lorenzetti manejó una calesita y la chocó.»

Roberto Caballero

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