La carta del escritor Guillermo Saccomano a Beatriz Sarlo es el primer desencanto de Plataforma 2012, el colectivo intelectual que intenta ser la contracara de Carta Abierta.
Saccomano tituló el viernes en una columna que publicó Página 12 «Con vos no, Beatriz» ( http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-184869-2012-01-06.html) y se eyecta del colectivo, con la urgencia de un aviador que salta cuando un misil está por impactarlo.
«Seguí jugando solita, Beatriz», dijo en el final de su escrito Saccomano tras definir a Sarlo como oportunista autoritaria y errático personaje de la intelectualidad.
Además, el también guionista de historietas señala como supo que Sarlo se apropio de la iniciativa: A través de un «diario que es ideólogo de los genocidios nacionales». Varios se equivocan. No se entiende por qué La Nación y Clarín hicieron gala de semejante prisa agitando pañuelos de bienvenida desde el imposible puerto de arribo de una nave que hace agua justamente por contar con su apoyo. Si ellos te quieren mejor que no se sepa. Sería inteligente que lo consideren así.
Hace poco entré a un bar donde un cliente tomaba su café mientras leía con mirada oblicua el diario Clarín.
«Es el que había. No piense mal», dijo. Y nos reímos.
Los de Carta Abierta habitan un espacio grato porque, equivocados o no, piensan que se defienden del liberalismo que como un zombi se pasea aún por la Argentina que conmemora a cada rato las fechas de su caída. El escudo es un Gobierno, al que cuestionan en varios asuntos, pero que es el parapeto sobre el que ese fantasma cae una y otra vez.
Pero los de Plataforma, ¿Cómo harán para elegir sus postulados sin que se confundan con los intereses que están en juego? La carta intención es un corte y pegue de los editoriales de Clarín y La Nación. No será fácil encontrar un espacio en el que puedan expresar algo que no sea observado como la defensa de los cientos de medios de Clarín, de los abusos de Papel Prensa, de la estafa de Cablevisión, del enojo solapado con los derechos humanos.
Saccomano no tuvo tripas para estar con Sarlo del mismo lado.
Pero, olvídense de la señora.
El asunto más complejo es estar del lado de aquellos intereses.
¡Para eso si que hay que tener estómago!
Víctor Hugo