El último domingo Tiempo Argentino hizo tambalear una idea afincada en mi hace bastante tiempo sobre el Derecho a Réplica. Es decepcionante atisbar cierta pobreza en nuestros argumentos, y quizás sea un acierto lo que ha dicho Carlos Altamirano sobre el trabajo intelectual.
Lo que se espera es que el mismo esté abierto a la revisión si aparecen nuevos datos que obliguen a la reformulación o al abandono de un juicio.
Escasísimas veces alguien ha pedido derecho a réplica en mis programas. Estoy dispuesto a aceptarlo pero le pido a mis compañeros de producción que dejen claro a la persona en cuestión que no estoy obligado a hacerlo.
Tengo presente que el pacto de Costa Rica lo exige pero, también, que aquí no está formulada la ley.
Graciana Peñaflort escribió el domingo en Tiempo Argentino que «la Libertad de Expresión y la Democracia exigen para su plenitud del más amplio debate de ideas posible y la pluralidad de puntos de vista. El derecho de rectificación forma parte de dicho debate…».
Abogando por una ley al respecto, la directora de Asuntos Jurídicos de la Afsca, termina diciendo: «Macedonio Fernández escribió alguna vez que la poesía es un renunciamiento explicativo. La información no y el debate plural de ideas requiere las herramientas legales para que no existan renunciamientos explicativos».
Mi idea era que el Derecho a Réplica puede afectar nuestra tarea. Que nos pasaríamos discutiendo, como les cuento en una nota que está al pie.
Que una cosa es desmentir un hecho y otra muy distinta es contradecir opiniones. Debo pensar bastante más en es esto. El mérito de Tiempo es traer a la mesa una discusión que casi no existía.
Víctor Hugo
Nota: Un recuerdo de los ultimos años está referido a Juan Carlos Morán, enonces Diputado Nacional por la Coalición Cívica, que denunció a Electroingeniería de cometer delitos que, tiempo después, la Justicia dictaminó que no había incurrido.
Como mucha gente, el Diputado consideraba que tenía derecho a réplica y sólo después de que quedase claro que no era así, lo entrevisté.
(Yo habia dicho antes que estaba harto de comprar carne podrida en las denuncias políticas y pedía disculpas a Electroingeniería porque había divulgado esas falsedades cuando aparecieron. Un claro informe de la Universidad Tecnológica Nacional nos desmentió a todos).
Discutimos con el Diputado, quien pedía esperar el pronunciamiento de la Justicia y no estaba de acuerdo con mi arrepentimiento. Bastante tiempo después la Justicia falló rotundamente a favor de Electroingeniería.
Pero el daño estaba hecho.
Cuando parecía que me echaban de Radio Continental, las autoridades de Radio del Plata me ofrecieron hacer «La Mañana». Me costaba considerar el ofrecimiento porque la trascendencia de la acusación fue mucho más poderosa que las explicaciones y acepté uno inmensamente inferior de Continental porque Del Plata había perdido «credibilidad». Magníficos profesionales debieron cargar con esa mochila todos estos años.
Del Plata, que siempre estuvo cabeza a cabeza con nosotros, se vino a pique desde las denuncias.