No le fue fácil superar a Banfield, a pesar de la goleada. Pero terminó la noche colosalmente aplaudido por su gente que volvió a ilusionarse por lo que se viene, incluidos los superclásicos.
Un River cosecha 2014 alcanzó su mejor victoria de 2015. Volvieron los buenos momentos del equipo de Marcelo Gallardo para anticipar y para presionar a los adversarios y Banfield se llevó menuda sorpresa en la primera parte del partido. Tardaría 45 minutos y el descanso en reaccionar para encontrarle alguna posibilidad de respuesta al muy buen juego de River, que a los 19 minutos se puso en ventaja por medio del chiquilín Sebastián Driussi, que está desarrollando un gran momento y que lo demostró con un verdadero golazo. Un lindo remate de volea desde afuera del área de una de sus joyitas, le posibilitó a River que se hiciera justicia, por un trámite que ya le favorecía desde el primer minuto, prácticamente.
De todas maneras, Banfield tuvo chances en el primer tiempo; dos veces por Lucas Viatri, una de cabeza y otra con el pie para poner paridad en el score, pero no en el juego. Este es un dato que pretende ser elocuente. El partido se construyó con la emotividad que se presagiaba. Y el desarrollo favoreció a un River inspirado por el lado del pibe Driussi y de Leonel Vangioni, en ofensiva, con algunos toques sutiles de Teo Gutiérrez para ir haciendo poco a poco una diferencia que en el fútbol era más expresiva que en el resultado.
PEQUEÑO BAJÓN. Sobre el comienzo del segundo tiempo, estuvo a punto de empatar Banfield. Una jugada en la que el colombiano de Tumaco, Mauricio Cuero, y el ecuatoriano de Quinindé, Juan Cazares, fueron protagonistas de una gran acción. Pero el juvenil que estaba como en su casa, ya que surgió justamente de River, con el arco libre, con Marcelo Barovero afuera de la acción, remató por arriba del travesaño.
De esa situación, River pareció tomar nota, advertir el desajuste que se había producido, del riesgo que estaba corriendo y volvió a sus mejores momentos del partido. Esto es: anticipo, presión, dominio territorial y tratar de jugar la pelota con rapidez y con sorpresa, tomando a contrapierna al equipo rival.
EL MEJOR MOMENTO. De esa manera consiguió el segundo gol. Una conversión que fue consecuencia de su ataque sostenido ante el arquero Fernando Pellegrino –sustituto de Enrique Bologna– que había respondido con intervenciones importantes. Pero fue en un córner que peinó Driussi, ante un centro magnífico de Carlos Sánchez, que Ramiro Funes Mori puso el segundo gol.
Allí, pareció que el partido se terminaba. Pero lo cierto es que Banfield todavía tenía algo más para decir. Una jugada enorme, la mejor del partido hasta entonces, ya que todavía no había llegado el gol de Cavenaghi, que el ecuatoriano Cazares le permitió a Cuero, entrando por la derecha a un pase en cortada, retornar al partido y ponerse 2 a 1.
La situación se ponía mejor. El partido cobraba la vibración que prometían sus protagonistas. Sí, retornaron las mejores emociones al Monumental. La noche se hizo grande.
El público empezó a alentar más que en ningún otro momento de la jornada a River y a vivir una gran fiesta que fue redondeada cuando Fernando Cavenaghi alcanzó en la historia a Carlos Manuel Morete, señalando el cuarto de la noche. Fue decorada como si le esparcieran una crema riquísima por encima de la torta, cuando el centro delantero tan identificado con su propia camiseta anotó cruzando una pierna por detrás de la otra la mandó contra un palo, en un elegante salto de bailarín.
Cerró la noche de una forma colosalmente aplaudida, monumentalmente festejada por la gente de un River que encontró una muy buena victoria frente a un rival que en el segundo tiempo mostró sus condiciones. El Millonario, definitivamente que se paró de la mejor manera con vistas al clásico, a la vez que alcanzó lo más alto del campeonato y que se superó a sí mismo como no lo había conseguido todavía en todo el año, tanto en el torneo como en la Copa Libertadores de América, justo en la previa a tres partidos contra Boca que prometen ser lo más conmocionante de lo que va del año futbolístico de la Argentina.