Lo que Rodolfo García, ex baterista de Almendra, escribió a la Asociación de Reporteros Gráficos (ARGRA) por la foto de Luis Alberto Spinetta que publicó Jorge Fontevecchia en la tapa e interiores de una de sus revistas dispara un tema en el que me resulta difícil ponerme de acuerdo conmigo mismo.
¿Los fotógrafos profesionales pueden ponerle limites a su tarea? ¿Todos ellos tienen margen para decirle al editor que lo que ha pedido es una canallada? ¿Un reportero joven, que se está abriendo camino, puede marcar la línea de la ética? Estas son tres de las cien preguntas que podemos hacernos al respecto.
Sin perjuicio de seguir reflexionando sobre el tema, quiero insistir en que la decisión editorial es lo que cuenta, salvo atenuantes que hagan muy clara y comprensible que no pudo evitar una publicación.
Difícilmente esto ayude al editor en cuestión. Cuando alguien se va a su casa después de publicar el diario “Libre” y duerme bien, no ayuda a que se lo defienda.
Para que sepan de qué estoy hablando transcribo la carta del músico de Almendra que Dante Spinetta puso en su twitter.
Víctor Hugo
Acabo de enviarle un correo a los dirigentes de la Asociación de Reporteros Gráficos de la Argentina respecto del tema Spinetta – Revista Caras. El texto es el siguiente:
Compañeros de ARGRA:
Mi nombre es Rodolfo García, soy músico (quizá alguno de ustedes me conozca). Les escribo por el tema del escrache que afiliados a vuestro sindicato le infligieron a Luis Alberto Spinetta, uno de los más grandes músicos populares de la Argentina, bajo el pretexto de estar realizando una tarea profesional para una empresa periodística.
Luego del conocido atropello dejé pasar unos días esperando algún comunicado de ustedes que aclarara cuáles son los limites éticos de la profesión, y si en la práctica existen esos límites. No leí nada al respecto.
Me resulta muy contradictorio ver en la Fototeca de la web del gremio imágenes de Hebe, las Madres de Plaza de Mayo y de distintas marchas por los derechos humanos, mientras en el día a día debemos asistir a canalladas descalificadoras como la descripta, que atentan contra los más elementales derechos de las personas. El sindicato puede o debe permanecer impasible ante hechos como estos ?. Es una pregunta que hasta hoy no ha tenido respuesta. Una verdadera pena.
Saludos
Rodolfo García
L.E 4.545.381
