Edelap
En diciembre de 2008, el ministro de Planificación, Julio De Vido, le presentó al entonces embajador estadounidense Earl Anthony Wayne una carpeta con presuntas evidencias de una millonaria evasión fiscal por parte de la multinacional energética AES, cuya subsidiaria argentina Edelap provee servicio eléctrico a 300.000 bonaerenses. Un cable filtrado por Wikileaks revela detalles inéditos de la supuesta maniobra de vaciamiento de Edelap y de fraude al fisco detectada por una auditoría del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), que derivó en una querella criminal que el mismo ENRE presentó en la Justicia federal pocos días después de la reunión entre el embajador y el ministro, que tuvo lugar un mes después de que un fuerte apagón dejara sin electricidad durante cuatro días a cientos de miles de usuarios del Gran Buenos Aires, incluyendo clientes de Edelap, generando un fuerte descontento social. El cable cuenta que en la reunión también participó Roberto Baratía, subsecretario de Desarrollo del Ministerio de Planificación.
Dice el despacho firmado por el entonces encargado de Negocios de la embajada, Tom Kelley:
En la reunión del 2 de diciembre, De Vido detalló esta información al embajador. El ministro señaló que si Adela no hubiera estado en una situación financiera tan pobre, la auditoría probablemente no se habría realizado.
De Vida dijo que la entidad uruguaya con propósitos especiales, AES Platense Investimentos Uruguay SCA, había comprado deuda sin interés en poder del Bank Boston (actual Standard Bank) y el Banco Galicia con un sustancial descuento del precio nominal. Destacó que sospechaba una evasión fiscal por parte de AES a través de esta entidad uruguaya con “beneficios fiscales”, considerándolo un tema legal muy serio que ameritaba ser revisado por la Justicia. Finalmente, De Vido le pasó al embajador copias de la auditoría del ENRE destacando que AES había comprado deuda de Edelap por un total de 76,8 millones de pesos (22,6 millones de dólares) al Bank Boston y al Banco Galicia por un valor descontado de 52,7 millones de pesos (1,5 millones de dólares). El documento también mostró que una de las subsidiarias de AES, dueña de una parte de Edelap, Luz de La Plata S.A., había anotado en sus libros unos 19 millones de pesos (5,6 millones de dólares) en gastos de gerenciamiento en el período 2001-2007, que Baratía llamó “excesiva”.
En total, los documentos mostraron transferencias internas entre empresas del grupo por un total 55,3 millones de pesos. Baratta también cuestionó la idoneidad de los gerentes de Edelap, acusándolos de haber echado sin causa a sus mejores técnicos el año pasado.
La maniobra de Edelap fue explicada en un comunicado del Ministerio de Planificación emitido el mismo día de la reunión, aunque sin las cifras ni el nombre de la entidad uruguaya que figuran en la carpeta que De Vido, según el cable, le entregó al embajador.
El comunicado vinculaba las irregularidades contables en la compra de la deuda de Edelap por parte de AES a bancos “condiciones beneficiosas” (o sea, con descuento) mientras mantienen estas obliga-ciones en los libros de AES a valor nominal. Al hacerlo, sostiene el comunicado, AES efectivamente transfirió el margen de ganancia de Edelap a otras compañías del grupo AES, incluyendo la subsidiaria de AES Luz de La Plata S.A., que también se benefició cobrándole a Edelap costos de gerenciamiento exorbitantes.
[…]
Como resultado de semejante manipulación contable, sostiene el comunicado, AES ha mantenido a Edelap endeudada a tal punto que no ha podido alcanzar el nivel de inversiones de capital necesario para mantener un servicio de calidad para su base de más de 300.000 clientes.
El cable dice que De Vido le anunció al embajador que iba a querellar a Edelap y le aclaró que no tenía nada que ver con que se tratara de una empresa con matriz estadouni¬dense. De hecho, esa semana había estado cerrando negocios con otras dos empresas de ese país, le dijo al embajador, y también había citado a los gerentes de AES en los Estados Unidos porque había perdido la confianza en los responsables del gerenciamiento local. “Se trata de un caso aislado”, De Vido le explicó a Wayne en el cable.
Después de la reunión con De Vido, consejeros económicos de la embajada se pusieron en contacto con el presidente de Edelap, Eduardo Dutrey, y con el director de Relaciones Externas de la empresa, Guillermo Baistrocchi, sigue el cable. Dice que la embajada los conoce bien, que viene haciendo lobby por la empresa desde 2006, y nombra un proyecto en la provincia de Buenos Aires y otro en el Conurbano. Los gerentes locales dicen que, en realidad, la deuda se compró para ayudar a que Edelap “pudiera preservar su capital para hacer inversiones”, dice el cable.
El despacho continúa con una explicación de cómo Edelap supuestamente viene perdiendo plata desde la pesificación porque el gobierno no le aumenta las tarifas. Pero en su defensa, los representantes de la empresa aportan un par de datos llamativos. Primero, que a raíz de la operación con la entidad uruguaya, Edelap adquirió “una deuda con AES de tres a tres millones y medio de dólares por año, entre capital e interés”. Los gerentes aclararon que Edelap todavía no pagó ni un peso de esa deuda, lo cual significa que es deuda que Edelap acumula. El otro dato es que a pesar de haber pagado costos de gerenciamiento supuestamente altísimos, según los gerentes de Edelap citados en el cable, en los últimos siete años la empresa nunca le había rendido dividendos a sus accionistas.
Sigue el cable:
De Vido dijo que había citado a dos altos ejecutivos de AES en su casa matriz de Virgina, Estados Unidos, Andrés Vesey, presidente de la sección América Latina de AES, y Bernardo Da Santos, jefe de Gabinete de Vesey, para reunirse el 3 de diciembre. De Vido dijo que se había reunido con Vesey, un ciudadano venezolano, anteriormente en Nueva York. De Vido dijo que el gerenciamiento local de AES no sería incluido en la reunión. (En un aparte, Baratía explicó que el gobierno argentino no confiaba en el gerenciamiento local de AES.)
De Vido prometió que su Ministerio de Planificación le transmitiría los resultados de la reunión a la embajada.
El autor del cable recoge después la opinión de “analistas locales” que permanecen anónimos, quienes sostienen que la “campaña de demonización” de AES es un apriete del gobierno para obligarlos a vender barato, presumiblemente a la empresa local Electroingeniería.
Las pruebas presentadas por De Vido, que en ningún momento son cuestionadas por los gerentes de Edelap, los “analistas” explican que el límite entre la evasión y la elusión fiscal es difuso, dice el cble.
Analistas del sector energético aquí concuerdan que una fina línea separa a las estrategias legales de minimización impositiva, incluyendo el uso de empresas controlantes en el Uruguay, y la evasión fiscal ilegal.
Al final del cable, el embajador Wayne dice que dada la situación, lo mejor es esperar a ver qué pasa en la reunión entre De Vido y los jerarcas extranjeros de AES.
Lo que pasó en esa reunión, según otro cable filtrado por Wikileaks, es que a su término el representante de la AES anunció un nuevo plan de inversiones para su subsidiaria argentina, y el ENRE dejó de accionar la causa judicial contra Edelap. Cuenta un cable de febrero de 2009:
Guillermo Baistrocchi, gerente de Relaciones Institucionales de Edelap, le confirmó el 30 de diciembre al funcionario de Economía (de la embajada) la interpretación de De Vido de dónde se encuentran las discusiones entre AES y el gobierno de la Argentina. Dijo que el director de Operaciones de AES, Andrés Gluski, se había reunido con De Vido poco antes de Navidad.
[…]
Según Baistrocchi, De Vido le dijo a Gluski que el gobierno de la Argentina tiene evidencia sustancial de irregularidades contables y “básicamente nos dijo, inviertan más o váyanse” de la Argentina. AES ya había tomado la decisión de permanecer en la Argentina. De hecho, Gluski le presentó a De Vido el plan de inversiones de Edelap (al que De Vido se refirió el 29 de diciembre). Como parte de este plan, AES anunció el 15 de diciembre su intención de invertir 300 millones de pesos (87 millones de dólares) en mejoras durante los próximos cinco años. Baistrocchi dijo que AES se reuniría otra vez con De Vido el 8 de enero para discutir el plan de inversiones. Mientras tanto, comentó que De Vido nunca explicitó una oferta quid pro quo. Baistrocchi dijo que espera que el gobierno de la Argentina retirará sus demandas si considera que el plan de inversiones es satisfactorio.
Según el cable, Baistrocchi dijo que no cree que De Vido quiera forzar la venta de Edelap, como decían los “analistas” en el otro despacho, sino más bien presionarla para que invierta más. En un aparte, el autor del cable explica por qué, a su juicio, la percepción de Baistrocchi es acertada.
Comentario: un elemento clave en esto es la política. El gobierno de la Argentina quiere asegurarse de que las empresas distribuidoras de energía hagan las inversiones necesarias para prevenir apagones significativos en 2009, un año electoral.
Al igual que en el cable anterior, el autor no cuestiona las acusaciones contra AES.
Más allá de las especulaciones de la prensa, parece que el gobierno de la Argentina está usando estas acusaciones — sean ciertas o no— como contrapeso para forzar a AES a hacer inversiones necesarias para evitar apagones (como los que ocurrieron a fines de noviembre y precedieron las acusaciones en contra de Edelap).
Es cierto. Antes del gran apagón de noviembre de 2008 y la consiguiente auditoría del ENRE, la relación cutí v d gobierno
Y Edelap había transitado carriles armoniosos, según un tercer cable filtrado por Wikileaks, en este caso de junio de 2006.
El cable da cuenta de un encuentro entre De Vido y el entonces embajador Lino Gutiérrez en el que se trataron temas vinculados a varias empresas estadounidenses. En la reunión, De Vido se refirió a los representantes de AES como “amigos” y “buena gente”. Según el despacho, el acercamiento se dio en 2004 cuando AES se convirtió en la primera empresa extranjera en suspender su demanda ante el tribunal internacional del CIADI por la pesificación asimétrica de 2001, a cambio de una renegociación de tarifas con el gobierno. Dice el cable firmado por Gutiérrez:
El embajador mencionó a la compañía de generación y distribución eléctrica estadounidense AES y preguntó por la implementación del acuerdo de noviembre de 2004 entre la subsidiaria de AES, Edelap y el gobierno de la Argentina, que derivó en la suspensión de la demanda de Edelap en el CIADI y un aumento de tarifa del 28% que ha estado cobrando desde abril de 2005.
[…]
De Vido contestó que AES era “la compañía que estaba más avanzada” en sus negociaciones con el gobierno de la Argentina para empezar el proceso tarifario (conseguir un aumento), dijo, “pero no es un momento oportuno para hacerlo, por lo menos hasta junio”. “Son amigos”, continuó, “son buena gente”. Y son los únicos que consiguieron un aumento para establecer un cuadro tarifario inicial en tiempos de emergencia. Esto es mérito de ellos, no nuestro. Pero ahora no es momento para aumentos tarifarios adicionales.
Después de la denuncia por evasión impositiva, la relación entre el gobierno y la empresa no volvió a ser la misma. Un último cable de esta serie, fechado en diciembre de 2009, señala que el gerente Baistrocchi les confirmó a funcionarios de la embajada que la causa penal contra Edelap seguía inactiva y que la empresa tenía la esperanza de que el gobierno retirara la presentación. Sin embargo, el representante de la empresa eléctrica aclaró que el gobierno le debe mucho dinero en concepto de reintegros pre aprobados y que, si no los paga antes de mediados de 2010, Edelap se va a encontrar en serios problemas. Dice el cable firmado por Gutiérrez:
De acuerdo con una resolución emitida en 2008 por el ministro de Planificación, Julio De Vido, CAMMESA (empresa estatal) le pagará créditos a una compañía por el monto equivalente al que ha sido reinvertido por esa firma en proyectos para mantener la capacidad de generación de energía. Ala fecha, AES ha recibido aprobación para el desembolso de 84 millones de dólares pero ha recibido solamente 4 millones de dólares. Es el segundo nivel más bajo de las diez empresas que, según datos de CAMMESA, han calificado para recibir pagos bajo este programa, muy por debajo del promedio de 38% de aprobaciones. Las aprobaciones de AES son las más grandes de todas las compañías. Esta considerable deuda, además de las bajas tarifas que AES viene recibiendo desde hace años, ha puesto a la compañía en un brete financiero. Como Guillermo Baistrocchi, gerente de Relaciones Institucionales de AES, le dijo al embajador, “si no cobramos [esta deuda] en la primera parte de 2010, vamos a estar en problemas”.
Los cables filtrados por WikiLeaks, que van desde 2004 hasta principios de 2010, no vuelven a mencionar a Adela.
La historia termina con final abierto. Kdel.ip no quebró en 2010 ni tampoco en 201 I, y el I .NKI’ no irino MI demanda
judicial pero por ahora tampoco la impulsa. A juzgar por las declaraciones de De Vido en los últimos tiempos, la relación continúa tirante.
En noviembre de 2010 el ministro amenazó a Edelap y a otras dos empresas eléctricas (Edesur y Edenor) con quitarles la concesión si no pagaban la última cuota del canon de 2,4 millones de pesos que le adeudaban al Estado.
En enero de este año, tras otra serie de apagones, De Vido le ordenó al ENRE que auditara a Edelap, Edenor y Edesur, y anunció que las tres empresas recibirían fuertes multas por la falla en el servicio. El ministro señaló:
Tal como fue comunicado la semana pasada, las tres compañías serán multadas por las interrupciones de los últimos días de diciembre, considerando la cantidad y duración de los cortes de servicio registrados en sus respectivas áreas de acción, y de los niveles de desinversión que se verifiquen.