En la nota de las 24 mentiras, en realidad las 24 que valía la pena subrayar como tales, había otras. Pero había más roña en la infamia de ‘Zuninoticias’.
Se deslizaba en ella la posibilidad de que mi relación con la dictadura uruguaya fuese más cordial de lo que parecería.
En esta trinchera mía hemos dado lugar para varias notas y habrá otras que diluyen esa locura kafkiana.
Como se sabe, en esos años fui prohibido por la AUF (Asociación Uruguaya de Fútbol (1978), estuve preso casi un mes (marzo del ’80) por un episodio impresentable (una pelea en un partido, sin siquiera una fractura de un dedo de los participantes) y ME FUI!!!.
La absoluta verdad es que lo hice porque tenia temores respecto a mi futuro. Dejé la condición de relator masivo y figura de TV a cambio un contrato por un sólo año en la Argentina. Una locura.
Salí de Montevideo a ganar en el comienzo menos de lo que me pagaba Radio Oriental de Montevideo.
He comentado las observaciones y llamados de atención del régimen (en 1976 y 77 en persona), ’79 y ’81 por vía más directa.
Tuve en la relación de una ciudad a escala humana, los contactos inevitables de mi profesión. Y no siempre a disgusto, porque había del otro lado personas de bien con las que, pude discutir de política, y ser escuchado. Esta es una nota a futuro.
GERMAN ARAUJO
Pero la de hoy está referida a un llamado de un amigo que en Montevideo pescó ‘Noticias’, y antes de lanzarla al cesto ya estaba queriendo contactarme porque en esos días recordando al Senador por el Frente Amplio Germán Araújo, habían localizado que al poner «Germán Araújo + huelga de hambre» aparecía mi nombre. Busqué y los invito a hacerlo:
El episodio fue una gesta de aquellos días y una oportunidad magnífica para dar testimonio de lo que se pensaba.
En 1983, como antes y después de las elecciones que vinieron luego, la dictadura uruguaya tenía una fortaleza extraordinaria. La única salida negociada hacia la democracia fue la de Uruguay.
Allí estábamos (entre otros) la querida China Zorrilla, que por entonces tenia mi edad, Jorge Batlle, proscripto en las elecciones que vendrían más tarde.
Era decir «aquí estoy» en tiempos siempre difíciles. Aumenté la apuesta tiempo después cuando desde Buenos Aires entrevisté a Germán Araújo en radio Mitre con mis compañeros de entonces.
Quiero invitarlos a leer algo que por si solo es demostrativo del lugar donde estaba parado en la vía. No me acordaba de esta historia.
Surgen otras, pero no de todas hay evidencias indiscutibles.
Van algunos párrafos más de la historia.
Víctor Hugo