Pobreza e Indigencia en Argentina – Abril 2014 – C.E.S.O.
Estimados, a raíz de la polémica desatada en torno a los índices de pobreza e indigencia, enviamos un informe del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (C.E.S.O.) que calcula las series de pobreza de indigencia desde 2003 hasta el recientemente demorado dato del segundo semestre de 2013. La estimación se realiza a partir del reemplazo del IPC-INDEC por estadísticas de las provincias desde 2007 en adelante para el cálculo de las canastas. Creemos que los resultados alcanzados dan una estimación precisa de los niveles de pobreza e indigencia para evitar la multitud de cálculos interesados de cualquier parte sobre un tema de tan elevada sensibilidad. Lo más importante del informe se encuentra en la síntesis de la tapa y los destacados de la prensa de la segunda página (ambos los pego en el cuerpo del mail). Desde ya muchas gracias y espero les interese y puedan colaborar en su difusión
En este informe se presentan estimaciones sobre la evolución del porcentaje de población bajo la línea de pobreza e indigencia desde el 2003 hasta el segundo semestre de 2013, haciendo uso, desde 2007, de canastas de indigencia y pobreza propias, confeccionadas ajustando las canastas de INDEC de diciembre de 2006 con la información de precios que brindan algunos institutos de estadísticas provinciales.
En base a esas estadísticas se observa que el porcentaje de población pobre, que era del 46% en el segundo semestre de 2003, se ubicó por debajo del 15% en el último año y medio. Por su parte, el porcentaje de población indigente (aquellos que no acceden a una alimentación mínima), que era del 19% en 2003, se encuentra por debajo del 5% desde hace dos años y medio.
Para el segundo semestre de 2013, el 13,2% de la población percibía ingresos por debajo de la línea de la pobreza y un 4% por debajo de la línea de indigencia. En la comparación con el mismo semestre de 2012, se percibe una leve disminución en ambos porcentajes (de 1 y 0,4 puntos porcentuales, respectivamente).
Las claves para la disminución de los índices de pobreza e indigencia entre 2003 y 2013, se encuentra en la creación de empleo y mejora de los salarios en una primer etapa, para luego cobrar relevancia la política de inclusión y mejora de haberes jubilatorios junto a la asignación universal por hijo.
Teniendo en cuenta que la información de la EPH llega hasta finales de 2013 y que en los primeros meses de 2014 se registra una aceleración de la inflación, un incremento aún mayor de las jubilaciones, asignaciones y del salario mínimo, parece una política recomendable para evitar un deterioro del ingreso real de la población más humilde.
INFORME POBREZA E INDIGENCIA EN ARGENTINA- ABRIL 2014. DESTACADOS PRENSA
El dato de la polémica: pobreza 13,2% e indigencia 4% en el segundo semestre de 2013
Recalculando el costo de la canasta básica total y alimentaria en base a la evolución de los índices de precios difundidos por institutos de estadísticas provinciales, para el segundo semestre de 2013, el 13,2% de la población percibía ingresos por debajo de la línea de la pobreza y un 4% por debajo de la línea de indigencia. En la comparación con el mismo semestre de 2012, se percibe una leve disminución en ambos porcentajes (de 1 y 0,4 puntos porcentuales, respectivamente), explicable, entre otros factores, por el incremento de la jubilación mínima y la AUH por encima de la inflación en alimentos.
Una década con menos pobres e indigentes
El porcentaje de población pobre que era del 46% en el segundo semestre de 2003, se ubicó por debajo del 15% en el último año y medio. Por su parte, el porcentaje de población indigente (aquellos que no acceden a una alimentación mínima) que era del 19% en 2003, se encuentra por debajo del 5% desde hace dos años y medio. Las claves para semejante disminución de los índices de pobreza e indigencia se encuentran en la creación de empleo y mejora de los salarios en una primera etapa, para luego cobrar relevancia la política de inclusión y mejora de haberes jubilatorios junto a la asignación universal por hijo.
Todavía no se conoce el impacto de la devaluación de enero sobre la pobreza e indigencia
La información disponible sobre los ingresos de los hogares en base a la EPH, llega hasta finales de 2013. Si se tiene en cuenta que la importante devaluación del dólar oficial fue a finales de enero, y que las estadísticas del IPCNu reflejan una aceleración de la inflación en los primeros meses del presente año, se corren riesgos de un incremento del porcentaje de pobreza e indigencia del que no se dispone aún información. Un mayor aumento de las jubilaciones, asignaciones y del salario mínimo, parece una política recomendable para prevenir un deterioro del ingreso real de los más humildes.