La Corte Suprema de Justicia citó para esta tarde a los representantes de los jueces en el Consejo de la Magistratura. ¿Cuales son las probabilidades del llamado?
a) ¿Aprobar su comportamiento que traba la designación de jueces naturales?
b) ¿Simplemente escucharlos para entender sus razones?
c) ¿Decirles en lenguaje jurídico y mas académico que lo que están haciendo da vergüenza y se nota demasiado?
En las dos primeras suposiciones gana Clarín. En la tercera gana la justicia.
Ganan los jueces que esperan, gana el respeto a los concursos, ganan los sueños de los concursantes.
Hay que entender algo, hay que hacer un esfuerzo.
Lo que diré a continuación es indestructible como argumento porque se basa en lo dicho por la Corte.
Dice la Corte que Clarín nunca se interesó por el fallo de la cuestión de fondo; es decir, que dejó pasar el tiempo tomando sol en la arena de la cautelar de Carbone.
Dice la Corte que no hay ataque a la libertad de expresión; es decir, en la comodidad de la cautelar, ni siquiera argumentaron los de Clarín.
Y, sobre todo dice la Corte, que al suspenderse los efectos de la cautelar, la ley entra en plena actividad. Esta es la clave.
Ahora lo único que puede salvar a Clarín del cumplimiento de la ley (relea lo que estoy diciendo: salvarse de cumplir la Ley) es ir de apuro, con la prisa que nunca tuvieron, a la cuestión de fondo.
Como quien es llamado desde el parador de la playa porque se le incendia el auto en el estacionamiento, corrieron sacándose la arena, y se preguntaron ¿Ahora qué hacemos?
La respuesta ha sido el sainete que presenciamos.
Lo primero, la trampa.
Lo segundo, hacerse la víctima. Lo que esta mal para Clarín, no es recurrir a jueces naturales.
Lo que está bien para Clarín es conseguirse un jubilado que no corra riesgos, que sea de la tropa, y que falle ahora en lo que nunca les importó: la cuestión de fondo.
La Corte, que juega a dos puntas muchas veces, que aplica una de cal y una de arena, que sabe ser Pilato si conviene, quizá nos dé una desmentida a quienes tenemos reparos en verla como la ven los que alternativamente se sienten satisfechos porque les da una parte de la razón.
El fin de semana transcurrido me asusta un poco. Hubiese sido bueno que la Corte Suprema los convoque de un día para el otro.
¿Usted se imagina las movidas de los Magnetto con tres días para actuar, ahora que sabe que se equivocó cuando dijo «el 7 de diciembre no pasa nada»?
El tono socarrón, sobrador, de la explicación que dieron,ahora tiene como decía Muñoz «arrugue de barrera».
Víctor Hugo
Editorial de apertura de «La Mañana» del lunes 15 de octubre de 2012:
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