El ex presidente brasileño recomendó al banco que despida a la analista responsable del informe. Dilma dijo que hablará con el presidente y amenazó con iniciar acciones legales. Pero el candidato opositor Aecio Neves dijo que el informe era “técnico”.
Ante un grupo de dirigentes de la Central Unica de Trabajadores, Lula aseguró que es “imposible que el gobierno tire por la borda” su credibilidad económica con aventuras financieras y sostuvo que el Santander y otros bancos obtuvieron grandes ganancias en los últimos años, bajo los gobiernos del PT. “Es inadmisible para cualquier país, más para la séptima economía del mundo, aceptar cualquier nivel de interferencia de este tipo. Esto es lamentable, inadmisible para cualquier candidato, tanto para mí como para otro”, manifestó en esa línea Rousseff durante una entrevista concedida anteayer en el Palacio de Alvorada, residencia oficial en Brasilia.
“Soy la presidenta de la República y tengo que tener una actitud prudente; yo conozco bastante bien al presidente del banco (Santander), pretendo conversar (con él) al respecto. Las disculpas que recibimos son demasiado protocolares”, agregó la presidenta. Además dejó abierta la posibilidad de demandar a Botín, mientras, desde el PT, su titular, Rui Falcao, miembro del comité de reelección, sostuvo que el Banco Santander incurrió en una violación de la legislación al hacer terrorismo electoral.
Para Rousseff, en esta campaña se repite en el mercado y algunos medios el mismo clima de pesimismo que se vio antes de la Copa del Mundo. “Ya van a ver que la economía no está tan mal”, afirmó la presidenta. El banco, por su lado, lamentó el episodio, pero se desligó institucionalmente de él y prometió realizar una exhaustiva investigación interna. El tema tomó repercusión cuando en un boletín publicado en el extracto bancario distribuido a sus clientes con ingresos de más de 10.000 reales (4900 dólares aproximadamente), el Santander opinó que si Rousseff sube en las ENCUESTAS preelectorales habrá una crisis cambiaria y caerá la Bolsa de Valores de San Pablo.
Tras conocerse ese análisis de la entidad bancaria, Lula, que trabaja y coordina la campaña por la reelección de Rousseff, recomendó a Botín que despidiera a la analista responsable de ese informe distribuido a los ahorristas del Santander. El hecho se instaló en el debate preelectoral, donde la oposición expresó sus discrepancias con el oficialismo. Para el candidato del Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB), Aecio Neves, el boletín del Santander no debe ser considerado como un pronunciamiento político, sino como un parecer técnico.
“No sirve de nada que un dirigente (Lula da Silva) exija el despido en unainstitución financiera. Habría que dimitir prácticamente a todos los analistas financieros porque todos son muy escépticos ante este escenario económico”, indicó Neves. El 5 de octubre se celebrarán elecciones presidenciales, y el 26 de octubre la eventual segunda vuelta, en las que Rousseff aparece como favorita con el 38 por ciento, según una encuesta publicada la semana pasada por la consultora Ibope.
Según otra encuesta privada difundida en el primer semestre del año, Rousseff reunía en abril el 40 por ciento de intención de voto, en tanto el socialdemócrata Aecio Neves conquistaba el 16 por ciento y el socialista Eduardo Campos, 8 por ciento, de acuerdo con el sondeo del Instituto Vox Populi.
Asimismo, el 15 por ciento de los encuestados se manifestaba dispuesto a votar en blanco o anular el sufragio y el 18 por ciento aún no había definido por quién votaría. Según esta encuesta, Rousseff obtendría el 47 por ciento de los votos válidos, a los que habría que sumar los de los actuales indecisos que se inclinen por ella. De ese modo, la mandataria conservaría la probabilidad de ser reelecta en primera vuelta, algo que ya habían señalado sondeos anteriores y que no consiguieron ni ella hace cuatro años ni su antecesor, Luiz Lula da Silva, para ninguno de sus dos mandatos.